21 septiembre 2009

Pobre Cristina

¿Quién quiere ser millonario? No, no estoy haciendo promoción del archiconocido concurso de televisión, estoy lanzando una pregunta cuya respuesta así a botepronto suele ser siempre la misma…un sí rotundo. Sin embargo a poco que empieces a pensar todo lo que conlleva empiezas como mínimo a dudar y la mucha gente acaba diciendo sí, pero sólo un poco. Pues bien, este es el tema principal sobre el que trata esta canción centrándose en la figura de Cristina Onassis.
Vamos a situarnos primero un poquito en la vida de esta mujer, hija del magnate griego Aristóteles Onassis fue lo que coloquialmente se conoce como una niña rica. Sin embargo, toda su fortuna no se tradujo en felicidad y es que el tópico de “el dinero no puede comprar la felicidad” se cumple aunque a muchos nos cueste entenderlo. Para empezar no era muy agraciada físicamente, así que utilizó el dinero como solución para ello haciéndose varias operaciones de cirugía estética. Se casó hasta cuatro veces teniendo esos matrimonios como factor común el fracaso. Tuvo un hermano que falleció en un accidente de aviación y posteriormente su madre se suicidó, algo que ella intentó hacer en varias ocasiones. Si a todos estos ingredientes les sumamos sucesivas depresiones bipolares el resultado es fácil de adivinar, muerte prematura. Falleció a los 37 años de edad mientras se bañaba a causa de un edema agudo de pulmón, aunque esa fuera la causa final de la muerte las principales eran sus excesos con las drogas y sus bruscos cambios de peso. ¿Quién sigue queriendo ser millonario?.
Era tan pobre, que no tenía más que dinero.
Besos de sobre, de herencia de su padre el naviero.

El comienzo de la canción es demoledor, sólo con el primer verso ya te puedes ir haciendo una idea de cuál va a ser el mensaje de la canción. Los ricos suelen  acumular muchos ceros, quizá demasiados. No todos esos ceros son buenos, en una cuenta corriente siempre que estén a la derecha son magníficos. No obstante también podemos encontrar un cero en sus amigos verdaderos, en sus recuerdos más felices, en sus satisfacciones personales, en sus próximas aspiraciones… . También tienen un cero en cuanto a naturalidad, ya que la mayor parte de sus cosas son artificiales, hasta los besos que son de sobre….
Sólo yo se que dice la pura verdad
cuando jura que toda su fortuna daría
por echarse un noviete aburrido y formal
por entrar de oficiala en una peluquería.
Las cosas más simples y comunes para la mayoría de la gente suelen ser extremadamente añoradas por esa clase privilegiada, que no pueden llevar una vida común debido a la exigencia de sus ceros. Las diferencias sociales, marcadas siempre por el dinero, impedirán que muchos puedan disfrutar de hoteles de lujo, cruceros por el Mediterráneo, fiestas VIP… pero también impedirán a otros pocos que puedan formar parte de un gremio, de compartir sus deseos y dificultades en la cafetería más cercana a tu trabajo, de juntarse con los amigos en algún piso para ver el partido de turno. Y como indiscutiblemente todos somos personas, al final acabamos envidiando justamente aquello que no tenemos, aunque en algunos casos resulte muy paradójico.
Corazón tierno, los dueños del verano la miman
pero el invierno no se lo saca nunca de encima.
Con su cara de dólar ha amortizado varios maridos
pero siempre está sola poniéndole una vela a Cupido.
En estas situaciones los matrimonios se convierten en un negocio puro y duro, y ser el marido o la esposa se asemeja más a conseguir un puesto muy valioso mediante oposiciones. Es difícil encontrar relaciones sentimentales en este tipo de gente que no acaben siempre en matrimonio y poco después en divorcio millonario. Debe ser realmente difícil no saber nunca si la persona que está contigo lo hace porque verdaderamente te quiere, o sin embargo ha sido tu bonita cuenta corriente la que ha hecho por ti todo el arduo trabajo de seducción. Por esto mismo se acaba poniendo una vela a Cupido, ya que comprarlo es imposible.
De la isla de Scorpios en yate a New York
del gran baile de Mónaco a cenar al Maxim’s.
Guardaespaldas armados la sacan del Rolls
un amante alquilado le calienta la suite.
Bajo los flashes de las cámaras verlos ir a toda clase de fiestas puede resultarnos fabuloso y todos sentimos envidia de ellos. Pensemos un poco, ¿realmente en esas fiestas quieren que vayan esas personas? yo diría que no, quieren que vayan esos nombres. Yo prefiero ir a un sitio en el que realmente la gente que me voy a encontrar quiere disfrutar de mi compañía, no a un sitio en el que voy a tener que cumplir una serie de requisitos comerciales y donde lo que se persigue es aprovechar mi compañía. Siempre se valora más a un amigo que te hace un favor llevándote en su coche a algún sitio que a una tropa de guardaespaldas y un chófer que te traslada en un Rolls. El primero seguirá haciéndolo pase lo que pase, los últimos dejarán de hacerlo cuando no reciban dinero a cambio.
Mil y un tipejos las flechas del amor le disparan
pero el espejo le escupe la verdad a la cara.
Nadie le advierte que al cielo no se va en limusina
que mala suerte que no acepte la Muerte propina.
Todos somos muy diferentes, sin embargo hay una cosa que nos hace a todos compartir una serie de cosas, la naturaleza. A base de dinero nos podremos crear nuestro mundo ideal, pero siempre será artificial y todo lo artificial se acaba rompiendo. La naturaleza por su parte también hará su trabajo, y su última tarea será  llamar a La Parca para que venga a visitarnos; y ésta es la única que no entiende de dinero, la única insobornable y la única con un 100% de efectividad en su trabajo.
Vale más ser la hija de fulano de tal
que la niña mimada de los ojos de Ari.
Pesa tanto la sombra de papá Superman
míralo en esa foto organizando un safari.
En muchas ocasiones estos grandes millonarios, lo son por herencia no por derecho propio. Esto provoca que toda su vida han estado bajo la sombra protectora de sus padres, sin tener ningún tipo de preocupación por su futuro. La sombra puede ser muy útil cuando el Sol te castiga sin piedad, sin embargo puede resultar el lugar más  frío y desolador cuando estás necesitado de calor humano. Cuando tienes un papá Superman como dice Sabina, todas tus expectativas se verán colmadas casi desde antes de nacer, cuando quieres algo sólo tienes que pedirlo en inmediatamente lo tendrás. Por eso todo el mundo mirará con recelo a todos tus logros personales, ya que incluso si verdaderamente los has conseguido gracias a tu trabajo…esa sombra lo tapará.
Empecé el post con una pregunta, lo voy a terminar con otra. ¿Quién quiere dejar de ser millonario?.

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